Kamikaze: La influencer del nihilismo
En la entrada de hoy hablaremos de una de las últimas series de HBO que ha pasado prácticamente desapercibida para crítica y público y que sin llegar a ser un must no deja de valer la pena su revisión. Es lo que tiene vivir con una mujer, se fija en cosas que seguramente a mi me pasarían totalmente desapercibidas y este fue el caso de Kamikaze, sus palabras, “una serie que creo que te gustará”.
Cada vez es más frecuente ver producciones europeas en las
grandes plataformas, ya sea por las dichosas cuotas nacionales o por que su
calidad bien lo valga, y este es justamente el caso de Kamikaze, una producción
danesa en formato de miniserie de 10 episodios que aborda las vicisitudes de
una joven influencer enfrentada a la inesperada y repentina muerte de toda su
familia en un accidente aéreo.
La serie retrata el personal descenso a los infiernos de
Julie (Marie Reuther) la hija superviviente de una acomodada familia danesa que
de un día para otro se queda sola en el mundo con mucho tiempo y dinero que
invertir en su particular duelo existencialista, y es que ya lo decía
Nietzsche, lo que no te mata te hace más fuerte, y no hay mayor nihilista en
potencia que un milleanial con un móvil y nada que perder.
No hay duda que el éxito de las premisas de Kamikaze se
fundamenta en el carisma de Marie Reuther, su joven actriz principal y la que
lleva todo el peso de la serie a sus espaldas de una forma encomiable. Si la
interpretación de esta pussy crazy pudiera haber degenerado en una payasada
inverosímil y superficial con otro tono, el enfoque intimista y concentrado en
los sentimientos y la perspectiva de Julie le hacen mucho bien.
Kamikaze no deja de ser una historia sobre el duelo y como se afronta, si bien de una forma un tanto afectada y de alguien con unas posibilidades fuera del alcance de la mayoría de los mortales, para llegar a la aceptación y a la esperanza redentora de vida como conclusión a esa desesperación inicial. En este periplo Julie vivirá excéntricas situaciones en las que desplegará todo un abanico de tendencias autodestructivas y/o suicidas, experiencias algunas de ellas tan tórridas, prácticamente rayanas en el porno, que hacen difícil mantener la compostura ante la atractiva Marie Reuther.
Julie es la antiheroína de su propio drama elitista, que
quizás esconda una velada crítica a la educación actual de los jóvenes y a su
falta de independencia cuando no comodidad. Estaremos de acuerdo en que ser
joven tener dinero, revolcarse en el lujo, no tiene por qué hacer menos deprimente
o llevadero el tránsito por las diferentes fases de duelo, pero tampoco es
excusa para ser en ocasiones una verdadera perra que usa a los demás personajes
que se cruzan con ella en objetos de usar y tirar.
En todo caso, una original propuesta con algunos altibajos y un desenlace un tanto sorprendente que conlleva un motivo de esperanza para su protagonista (porque así fue como decidió tomarlo, pero viendo la montaña rusa emocional por la que se mueve Julie en todo momento tal podría haber sido lo contrario y no hubiera roto tampoco el tono de su dramática epopeya personal de autodestrucción).
Como veredicto de La Retrovisión afirmaría que estamos ante un olvidable producto que pasará sin pena ni gloria que sin embargo deja
con ganas de ver y saber más sobre los futuros trabajos de su protagonista, la atractiva Marie Reuther.
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